Durante el embarazo, el bebé depende de la madre para que le proporcione los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse. Por esta razón, es especialmente importante seguir una dieta sana y equilibrada que incluya alimentos de cada grupo de alimentos. Sin embargo, las mujeres embarazadas tienen mayores necesidades de calcio, hierro y ácido fólico, por lo que se recomienda una vitamina prenatal diaria antes de la concepción, durante el embarazo y durante la lactancia. También puede ser beneficioso tomar un suplemento de DHA que contenga ácido graso omega 3, que ayuda al desarrollo adecuado del cerebro del bebé.
Cuando está embarazada, su sistema inmunológico no está funcionando a plena capacidad y eso la pone en riesgo de contraer enfermedades transmitidas por los alimentos.
Los alimentos para limitar o evitar incluyen:
- Quesos no pasteurizados como el brie, camembert, queso azul y queso feta.
- Carnes procesadas como salchichas y fiambres.
- Huevos poco cocidos, como en el aderezo de ensalada César (solo consuma yemas completamente cocidas).
- Pescado crudo (sushi).
- Mariscos crudos (almejas, ostras).
La cafeína en el embarazo debe limitarse a solo 300 mg por día o aproximadamente 2 tazas de café. También se deben minimizar otras fuentes de cafeína como el té, el chocolate y los refrescos. La hidratación adecuada es clave durante el embarazo. Una mujer embarazada debe aspirar a consumir al menos 12 vasos de agua al día.
Aunque la mamá está proporcionando todas las necesidades nutricionales durante el embarazo, el bebé es pequeño y por lo tanto, solo tiene pequeñas necesidades calóricas. Por lo general, durante el primer trimestre no es necesario consumir calorías adicionales. Durante el segundo trimestre, la madre debe consumir 340 calorías adicionales al día y durante el tercer trimestre 450 calorías adicionales al día. Si la madre tiene un peso corporal normal y saludable, debería intentar aumentar entre 15 y 25 libras durante el embarazo.
Seguir una dieta saludable también es muy importante durante la lactancia porque, aunque ya no tenga al bebé dentro de usted, todavía está aportando nutrientes a la leche que le está proporcionando a su bebé. Muchos padres se quejan de que el bebé tiene cólicos o diarrea. Como todo lo que el bebé está recibiendo proviene de la leche materna, puede deberse a la dieta de la madre. Mientras amamanta a su bebé, continúe comiendo una dieta muy balanceada rica en frutas y verduras y baja en alimentos procesados y fritos. Asegúrese de consumir suficiente proteína y fibra. Los alimentos saludables que contienen antioxidantes y otros nutrientes importantes se transmitirán a través de la leche materna y fortalecerán la inmunidad de su bebé.
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