La incapacidad de una mujer para concebir se puede atribuir a problemas de fertilidad en la mujer o en su pareja masculina, o en ambos. El esperma de un donante se puede utilizar cuando la pareja masculina es infértil. Por lo general, está indicado cuando un hombre produce poco o ningún esperma, produce esperma que no es lo suficientemente saludable para fertilizar un óvulo o tiene condiciones genéticas que pueden transmitirse a su descendencia. Los espermatozoides de donantes también se utilizan cuando las mujeres solteras o las mujeres en una relación del mismo sexo desean un hijo biológico.
Las parejas o personas que hayan optado por este tratamiento pueden obtener esperma de un banco de esperma o de un receptor conocido. En cualquier caso, una detección exhaustiva es de suma importancia. Todos los donantes de esperma son evaluados rigurosamente mediante un examen físico completo, revisión de su historial médico, historial de enfermedades genéticas e historial de numerosas enfermedades infecciosas, incluyendo VIH, clamidia, hepatitis, sífilis y gonorrea. La mujer también se somete a un examen físico minucioso, una revisión de los antecedentes médicos y familiares, y se somete a pruebas de detección de enfermedades e infecciones genéticas. También se realizan pruebas hormonales para asegurarse de que se estén produciendo huevos.
El proceso de tratamiento comienza alrededor del momento de la ovulación (liberación del óvulo del ovario). También se le pueden administrar medicamentos para la producción de múltiples óvulos. Los espermatozoides donados se utilizan en muchos tratamientos de fertilidad, como la fertilización in vitro (FIV) y la inseminación intrauterina (IIU). Si está utilizando esperma de un donante para un procedimiento de IIU, el esperma se coloca directamente en el útero o en la entrada del cérvix (cuello del útero). Para los procedimientos de FIV, los óvulos maduros se extraen del ovario y se combinan con el esperma del donante para su fertilización en el laboratorio. El embrión resultante (óvulo fertilizado) se vuelve a introducir en el útero para su implantación.
Varios factores afectan las posibilidades de que una mujer quede embarazada con esperma de un donante; estos incluyen el método utilizado para la inseminación, el número de inseminaciones por ciclo, la edad y los antecedentes de embarazo. Las mejores posibilidades de quedar embarazada con esperma de un donante son cuando tiene menos de 35 años y no tiene antecedentes de problemas de fertilidad.