Autor: Dr. Anil Pinto
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| Dr. Anil Pinto |
El cáncer de ovario, el más mortal de todos los cánceres femeninos, a menudo no se detecta en sus primeras etapas, pero se diagnostica una vez que se ha diseminado dentro de la pelvis y el abdomen. El número de muertes por cáncer de ovario es de aproximadamente 140.000 cada año entre aproximadamente un cuarto de millón de mujeres diagnosticadas en todo el mundo. En comparación con la tasa de supervivencia del 89% del cáncer de mama, solo el 45% de las mujeres que padecen cáncer de ovario sobreviven durante cinco años. La razón principal de esto es la falta de detección, diagnóstico erróneo o detección tardía.
Los primeros síntomas del cáncer de ovario, como aumento del tamaño abdominal, hinchazón persistente, saciedad temprana, dolor abdominal o pélvico y aumento de la frecuencia o urgencia urinaria, a menudo se confunden con otras afecciones gastrointestinales menos graves. Si bien estos signos y síntomas pueden no ser graves, sería mejor dedicar un poco de tiempo y esfuerzo a acudir a su médico para un chequeo para descartar cáncer de ovario en lugar de sufrir las consecuencias de un diagnóstico tardío.
Entonces, ¿cómo puede minimizar su riesgo de desarrollar cáncer de ovario, se puede preguntar? El paso más importante es conocer los riesgos y las causas del cáncer de ovario. Los antecedentes familiares de cáncer de ovario, los antecedentes individuales de cáncer de mama y su edad juegan un papel importante en la determinación de su riesgo de desarrollar el cáncer. Se le puede recomendar que busque asesoramiento y pruebas genéticas si:
- Tiene un pariente cercano que ha tenido o padece esta afección.
- Tienen más de 55 años.
- Nunca he usado la píldora.
- Nunca tuve hijos.
- Ha tenido un inicio temprano de los períodos o una menopausia tardía.
- Ha sufrido de endometriosis.
Las pruebas genéticas identificarán cualquier mutación en su estructura genética que la ponga en alto riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Su médico también puede recomendar análisis de sangre periódicos e imágenes pélvicas para detectar el cáncer en una etapa temprana.
Algunos de estos factores de riesgo no están bajo su control, pero existen algunas decisiones cotidianas sencillas que puede tomar para minimizar el riesgo de desarrollar cáncer de ovario. Éstos incluyen:
- Cambios en el estilo de vida como ejercicio regular, incorporar frutas y verduras, tomar vitaminas especialmente vitamina D, evitar el exceso de alcohol y dejar de fumar.
- Usar píldoras anticonceptivas.
- Tomando una aspirina diaria.
- Concebir y amamantar.
Si pertenece al grupo de alto riesgo, tiene la opción de elegir una cirugía de reducción de riesgo mediante la extirpación de uno o ambos ovarios. Investigaciones recientes incluso han sugerido que es posible que pueda extirpar las trompas de Falopio inicialmente, seguida de una extirpación tardía de los ovarios. Se ha descubierto que esta cirugía reduce el riesgo de cáncer de ovario en un 85-90% en mujeres posmenopáusicas.
A pesar de que los métodos de reducción de riesgos dificultan la concepción de un hijo en una fecha posterior, aún puede mejorar sus posibilidades de tener su propio bebé si opta por el almacenamiento de embriones o de óvulos, siempre que su útero esté intacto. En caso de que su útero esté dañado o haya tenido una histerectomía, aún puede tener hijos biológicos a través de una madre sustituta.
En resumen, llevar un estilo de vida saludable, una evaluación temprana de los síntomas y una planificación anticipada le permiten minimizar sus riesgos de cáncer de ovario y maximizar sus opciones para embarazos futuros.
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